La evolución del mundo se puede comparar con una exhibición de fuegos artificiales que acaba de terminar: algunos chispazos rojos, cenizas y humo. Estamos de pie sobre una vieja brasa bien enfriada, vemos el lento desvanecimiento de los soles, y tratamos de recordar el brillo desaparecido del origen de las lunas reflectantes.
El fuego es amor, muerte, origen, fin y reaparecer de forma
indestructible.
R. Orozco
Después de leer - Georges Lemaître y la historia del origen del caos
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